Sobre todo al principio, cuando suponemos o tenemos la certeza del diagnóstico , es un momento difícil. Sin embargo es justo ahí cuando necesitamos estar activos y certeros en nuestras acciones. El objetivo es concientizarnos
acerca de los que nos pasa internamente para poder utilizar ideas y
sentimientos en pos de un objetivo positivo que nos ayude a nosotros y a
nuestra familia.
Yo soy como una fanática de las listas, hago listas para todo,
para el menú, para los viajes, para el cole de los chicos, para el
supermercado, obvio, para los llamados que tengo que hacer, en fin, listo todo.
Pero en el momento del caos con Milo me sirvió mi locura de las listas porque
me ordenó la mente, que no es poco. Luego me ayudo a actuar.
En este caso pondremos en una
lista los miedos, las ideas, los pensamientos, etc. Que tenemos en relación al
momento que estamos atravesando.
Es fundamental, repito
FUNDAMENTAL, que no nos juzguemos ni censuremos, para ello debemos pensar que
esa lista será solo nuestra, nadie va a opinar sobre ella ni cuestionarnos nada. La mente y el alma suelen tener
incoherencias que nosotros intentamos eliminar. No lo hagamos, seamos fieles a
nuestras sentimientos a veces
retrogradas o ridículas para el pensamiento o contrarias a las buenas costumbres
o la formación religiosa personal.
Por ejemplo, si te surge en la
lista poner:
- quiero preguntarle a dios porque
me hizo esto
- nunca me imagine que me podía
pasar a mi
- Si yo hubiera cambiado de medico
no hubiese pasado esto.
- algo habremos hecho mal para que
tengamos esta situación en la familia.
- esto es un castigo
- si tuviéramos dinero no habría
pasado nada.
- tengo que hacer algo para que
esto cambie
- los milagros existen, tengo que
buscar la forma que se nos dé.
- como se va a sentir frente al
mundo, mi hijo tan desvalido.
- los chicos se van a reír de
él/ella
- ¿Cómo vamos a seguir nuestra
vida normal?
Una vez que contamos con un
listado extenso intentemos dar una respuesta tal cual lo sentimos.
LLevala al extremo de lo ridículo
si fuera necesario. No te tengas miedo. Al final encontrarás que no hay
respuestas que resistan análisis. Nunca podremos saber porque ocurren las cosas
más que pensando que simplemente ocurren.
En una segunda etapa de nuestro
método intentaremos responder estas preguntas. A diferencia de lo que hicimos antes,
pensaremos respuestas que tengan que ver con la realidad de lo que vivimos.
Veamos nuevamente nuestro ejemplo:
-Quiero preguntarle a dios porque me hizo esto:
Respuesta emocional: Dios me hizo esto porque he actuado mal. Me está castigando.
Respuesta racional: Tener un niño sordo no es un castigo.
Dios no te castigaría y menos valiéndose de la salud de un inocente. La culpa que sentís no tiene la fuerza para provocar daños
de este tipo en tus hijos.
-Nunca me imagine que me podía pasar a mi:
Respuesta emocional : Yo fui siempre muy cuidadosa
con todo durante el embarazo y luego con mis otros hijos. Siempre cumplo lo que
dice el pediatra y tomo las medidas de seguridad para que nunca les pase nada.
No me imagine que podía pasarme esto. Pensé que le pasaba a otra gente que no
va a médicos o no sé, que no se cuida tanto.
Respuesta racional : nadie imagina que uno puede ser
protagonista de hechos que no son ideales. Si fuese así tendríamos un gran
problema para vivir el día a día, de otro modo ¿Quien puede vivir bien imaginando que todo
tipo de problemas van a sucederle todo el tiempo?
-Si yo hubiera cambiado de medico
no hubiese pasado esto:
Respuesta emocional: Tiene buenas referencias. ¿Por
qué no estudio más? Porque no estuvo atento? Si me hubiera fijado que Susanita
me dijo que le fue mal con él, hubiese cambiado de médico y esto no pasaba.
Respuesta racional: No podemos saber como seria el destino
si hubiésemos elegido otro camino. También pudiera haber sido peor. De nada
sirve quedarnos pensando opciones del camino que ya fue andado, no se puede
volver el tiempo atrás y gastamos energía que necesitamos para cumplir con
planes futuros.
TERCERA ETAPA
En una tercera etapa, debes tener
tu lista con tus respuestas del corazón y de la razón.
Relee tu lista varias veces.
Piensa que cosas de estas aunque
dolorosas no puedes modificar. Llóralas. Llóralas mucho. Descarga tu tristeza, tu
desazón, tus frustraciones y toda la bronca.
Sé muy bien como se siente pensar
que sería lindo levantarse y que todo haya sido un mal sueño.
Descarga toda esa
impotencia, quedate vacía de todo lo que pesa y no ayuda. Nos pesa tanto que no
nos deja avanzar. Necesitamos sacarnos la mochila, como se dice. Tenemos un
camino largo, esperanzador que recorrer. Tenemos una misión que cumplir con las
cosas que SI podemos hacer.
CUARTA ETAPA
La misión
En esta vida que recorremos, con
muy diferentes paisajes, personajes, historias, todos tenemos una misión. A
veces no logramos saber cual es. Incluso gente mayor no llega a reconocer de
que se ha tratado su paso por esta vida.
Nosotras en este momento tenemos
que tener en claro que tenemos una misión importante: poder ayudar a nuestros
hijos a desarrollarse de la mejor forma que se pueda. Ayudarlo a que explote al
máximo sus posibilidades para que logre integrarse a la sociedad y lleve una
vida plena de salud, amor y trabajo en el futuro.
La misión tiene que tener que ver
con ellos que son los protagonistas.
Si nos dejamos abrumar por todo lo
que pusimos en la lista de la etapa 1, no vamos a poder. Luego pensá que lo
realmente importante en tu vida, por lo menos en este momento es ser fuerte,
dejar esa lista a un costado. No estoy diciendo que la olvides, ni que la
tires. Simplemente hazla a un lado. Que esté allí para cuando en soledad o si
te lo permitís junto con el padre de tu hijo, necesites releerla, llorar,
pensar respuestas, llorar de nuevo, lamentarte, abrazarse y compartir la
tristeza. Y salir de ese momento erguida, con fuerzas para continuar.
Lo real es que podés sacarte el
dolor de encima. Ese es tu objetivo personal para ayudar a que tu hijo logre el
suyo.
QUINTA ETAPA
EL objetivo y como llegar a él.
En un momento de tanta confusión,
donde corremos sin rumbo y hacemos muchas cosas sin saber bien porqué, es bueno
parar y plantearse objetivos.
¿qué queremos lograr? ¿cómo lo
haremos?
Estas 2 preguntas serán nuestras
guías.
Utilicemos siempre para responder
estas preguntas, el sentido común. Confiemos en nosotras. No esperemos
respuestas de médicos, eminencias, religiosos, mano chantas, madres de sordos, ni libros o blogs como este.
Con todo lo anterior se recibe
material de ayuda , el objetivo puede ser el mismo pero los pasos para
alcanzarlo son de diseño personal.
Porque cada historia es diferente,
los problemas aunque suenen igual para el diagnóstico médico, son en su escencia muy diferentes. Esto es porque cada uno tiene una familia distinta , una
realidad social y económica diferente, tiempos que no son los mismos, y muchas
cosas que hacen que el plan sea muy personal.
Si me alejara un poquito, como maestra "ciruela" te diría:
Sientesé señora piense y digasé a Usted misma:
OBJETIVO: que mi hijo oiga lo
mejor que pueda para que pueda así hablar y aprender, estudiar e integrarse a la sociedad
en que vivimos, sintiéndose un ser pleno y feliz.
PASOS A SEGUIR:
Según mi idea totalmente personal
como todas estas líneas:
- buscar
y encontrar un buen pediatra que nos entienda y en quien confiemos
- buscar
y encontrar un otorrino cirujano especialista en hipoacusia severa.
- comenzar
alguna terapia de estimulación auditiva de inmediato.
Hay muchos otros pasos que se irán
dando luego como buscar una psicóloga si es necesario para el paciente o la
familia, iniciar los tramites de obtención del certificado de discapacidad.
Iniciar los trámites en la prepaga u obra social para la cobertura del
tratamiento y de audífonos y/o implantes si fuera necesario y comenzar a
informarse a fondo sobre las distintas opciones de tratamientos.
Este método me ayudó a mi. espero te sirva aunque sea en algo a vos y los tuyos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario