A medida que Milo crece va dándose cuenta de diferentes
cosas y al igual que nuestras hijas, empezó a hacer preguntas.
En principio quería saber si sus hermanas habían usado ICs a
su edad . También preguntó cuando dejaría de usarlos y porqué él era sordo y
los demás no.
Todas las respuestas deben tener al menos dos características: ser lo más aproximado a la
realidad y estar dicho en forma concisa y en lenguaje acorde a la edad. Pienso
que poniendo en palabras los pensamientos estos son más fáciles de entender. Un
niño o niña que comprende lo que le pasa puede explicarle a otros que tengan
dudas, reduciendo la posibilidad de rechazo de sus pares y conformando una
identidad firme y una adecuada autoestima.
Para que esto sea posible, es fundamental que los padres
aceptemos la situación personal del hijo o la hija , y también que nos hagamos cargo
de todos los cambios emocionales que provoca esta situación en la familia. Es
decir que tenemos la responsabilidad de guiar a nuestros hijos. En el lugar que
nos pongamos socialmente y los ubiquemos consecuentemente a ellos, es de donde
percibirán el mundo que los rodea. Lo verán amigable o enemigo, confiable o
amenazador, seguro o de temer. De nosotros depende y para ello debemos
prepararnos día a día ante cada desafío. Vuelvo a decir: aceptar la
discapacidad de nuestro hijo o hija es paradójicamente, el primer paso para
lograr que él sea un integrante más de la familia y de la sociedad en la que va
a vivir.
Ya hablé en otro texto sobre las etapas de duelo y
aceptación, esto no es solo positivo, sino necesario para poder transmitir
herramientas a nuestros hijos. El paso del tiempo ayuda al acostumbramiento
pero no siempre desemboca en la aceptación que buscamos. Para llegar a este
punto hay distintos caminos, nunca una receta universal.
En nuestro caso nos acercamos a una escuela de sordos como
aproximación vivencial . Personalmente quería saber como era la vida de un niño
implantado coclear, para aprender de la experiencia de otras madres, de los niños
y sus familias. También desde un
principio me sume a un Grupo de Yahoo:
foro-IC@gruposyahoo.com.ar,
donde implantados y familiares y algunos profesionales, intercambiamos
información, dudas, consejos y experiencias en general, siempre con la misma
temática.
De acá surge la tranquilizante idea de que uno no esta solo.
Aunque parezca una obviedad es lo que todo ser humano necesita, sentirse
acompañado especialmente cuando la vida plantea momentos de incertidumbre.
Desde el lugar que aceptamos que hay algo que nuestro hijo o
hija no puede hacer de la forma en que muchos otros niños y niñas si, podemos
empezar el camino para que él, desarrolle herramientas para abrirse paso en una
sociedad donde las diferencias no son tan fácilmente recibidas, pero que nos
permiten tener una identidad bien conformada y una autoestima adecuada.
Tenemos argumentos para enseñarles a nuestros hijos que
todos somos diferentes, que todos tenemos algo que no podemos hacer del todo
bien, y que muchas otras cosas haremos mejor que otros. Sirve mucho, mostrarle
qué es lo que él si hace bien y otros amigos se esfuerzan mucho por hacer, y
que tal vez no les salga tan fácilmente. No solo centrarnos en hablarles de
ellos, sino más bien en situaciones cotidianas hacer notar que todas las
personas tenemos fortalezas y debilidades.
Debemos pensar que no es una buena idea que crezca pensando
que “es uno más”, ¿Quien quiere serlo? Todos los niños ¡quieren ser únicos!!!!!
Y la verdad que los adultos también. Pero claro que quieren serlo por algo en
que se destaquen. Entonces por ejemplo: ¿porqué no mostrarles que ellos,
quienes tienen audífonos o implantes cocleares, escuchan con gran esfuerzo, y
lo hacen muy bien, a pesar que utilizan un instrumento artificial para
lograrlo?. Es bueno que ellos mismos valoren su propio logro, y que vean que
notamos que cumplen los objetivos con trabajo.
El correrlos y corrernos nosotros mismos como padres, del
lugar de victimas es muy importante, pero también no menos importante es
reconocer que hay cosas que solo se obtienen luego de mucha práctica y
esfuerzo.
Que el niño crezca con la idea de que es igual a todos los
que lo rodean solo causará problemas futuros cuando se choque con la realidad
que a las claras demuestra que no es así. La frustración cuando se sienta que
él no puede lo que su amigo de banco logra sin más, es mayor si no se lo ha
criado con la idea de trabajar para lograr objetivos.
Estamos siempre a tiempo de rearmar el plan.
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